Bonjour Baudrillard reduce a su más extrema sencillez las estrategias narrativas y expresivas de la obra de Manu Arregui. A través de su propia recreación como personaje -recurso ya utilizado en On My Own, 2003– el artista realiza una confesión desesperada ante la cámara, abordando las causas y motivaciones de sus intenciones suicidas. La desorientación existencial de un personaje infográfico, dotado de humanidad pero desplazado del mundo real de los humanos por su propia condición de ser irreal, se hace posible únicamente en el contexto de una sociedad postmoderna. Es así como cobra sentido la apelación del título al filósofo francés y sociólogo de la postmodernidad Jean Baudrillard, que teorizó sobre la condición de lo real partiendo no del concepto de reproducción, sino de la idea de simulación. Por ello, el infantil protagonista del vídeo saluda esperanzado al teórico responsable de unas propuestas ontológicas capaces de conferir sentido a su existencia como ser virtual.